Una mirada desde la conexión y el desarrollo infantil
En Jardines Bumble Bee sabemos que compartir es una de las preocupaciones más comunes en la crianza. Y también sabemos algo fundamental: que un niño no quiera compartir es completamente normal.
Para compartir, los niños necesitan habilidades que aún están madurando: regular impulsos, esperar turnos, negociar y ponerse en el lugar del otro.
Estas habilidades forman parte de las funciones ejecutivas, que empiezan a desarrollarse poco a poco durante los primeros años de vida, y se completan de los 25 a los 28 años.
Por eso, cuando un niño protege su juguete, no está siendo “egoísta”: está expresando algo propio de su etapa.
En nuestra metodología, inspirada en crianza consciente, la conexión emocional es la base.
Un niño comparte mejor cuando se siente seguro, comprendido y acompañado. La presión o la comparación no enseñan; desconectan.
En Bumble Bee usamos preguntas que invitan a reflexionar, no a obedecer:
—“¿Qué necesitas tú ahora?”
—“¿Qué necesita tu amigo?”
—“¿Qué solución pueden imaginar juntos?”
El objetivo es que los niños aprendan a pensar, decidir y llegar a acuerdos desde la empatía.
En cada interacción, los niños ensayan turnos, negocian y exploran soluciones. El juego no solo entretiene: enseña convivencia, perspectiva y cooperación.
En Jardines Bumble Bee acompañamos a cada niño a su ritmo, cuidando la conexión, fortaleciendo el pensamiento creativo y guiando cada situación como una oportunidad de crecimiento.
Porque compartir no es un acto automático: es un proceso que crece con acompañamiento, paciencia y amor. Y en ese camino, los niños fortalecen vínculos que duran toda la vida. 💛💜